Kilómetro Cero quiere construir una comunidad que sepa manejar crisis de salud mental sin violencia, y comienza con el lanzamiento de su manual “Más vale prevenir que lamentar”.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


La descriminalización de personas que muestren una crisis de salud mental es el
objetivo principal de la campaña que lidera Adli Cordero Espada.

Cuántas veces una persona que vive una crisis emocional que la lleva a comportarse erráticamente recibe un castigo, en vez de acompañamiento o apoyo que procure su estabilidad. A juzgar por las noticias en los diarios, muchas. No es difícil entender la prioridad de la organización Kilómetro Cero (Km0) para cambiar esta realidad.

Su campaña ¡EPA!, (siglas de Evalúa, Prepara, Acompaña), que aspira al manejo de este tipo de crisis emocionales sin la participación de la Policía, comienza con el lanzamiento de un manual y herramienta comunitaria, “Más vale prevenir que lamentar”. 

Accesible para descargue digital de forma gratuita, el manual brinda ejercicios de desescalada de conflictos y recomendaciones puntuales para acompañar a una persona en diversos escenarios, desde un ataque de pánico hasta una crisis aguda de salud mental. La propuesta estará respaldada por talleres comunitarios con especialistas en el tema, en un esfuerzo de educación a mayor escala.

Su presentación tuvo lugar el pasado 28 de agosto, en el espacio La Goyco, en Santurce, con un panel en el que participaron colaboradores como Rafi Torruella, sicólogo y director de Intercambios PR; Sonia Cepeda, sicóloga y decana en la Universidad Carlos Albizu; María Soledad Sáez Matos, abogada en la Sociedad para la Asistencia Legal y presidenta de Junta en Km Cero; y Adli Cordero Espada, coordinadora de la campaña y directora de Proyectos de Km0. 

“Una de las cosas que ha hecho que trabajemos con esta iniciativa comunitaria y con estas alternativas de desescalada de crisis, es que reconocemos que el proceso de lograr un reclamo mayor para que se establezca una estructura salubrista que maneje la crisis de salud mental nos va a demorar más tiempo. Dentro de lo que se ha hecho en Km0 y lo que hemos podido documentar de violencia policial, ya hemos visto que el uso de fuerza en casos de personas que están viviendo una crisis de salud mental -incluso a través de procesos como una 408- tiene un impacto bien alto”, informa Cordero Espada.

La ley 408 se utiliza para solicitar una hospitalización involuntaria en un centro de salud mental cuando la persona es mayor de edad, es el recurso legal que busca asegurar que reciba algún tipo de tratamiento médico. 

Puerto Rico no cuenta con una estructura salubrista que atienda crisis de salud mental. Cuando ocurren, cualquier llamada desemboca en la Policía ya que es considerada la primera línea de respuesta, aunque esté en vigor la ley 408. KM0 ha documentado varios casos de intervenciones fallidas de la Uniformada. Por ejemplo, el veterano Daniel Maldonado Díaz fue asesinado -frente a su familia y frente a su casa- durante una intervención policiaca a causa de su crisis por salud mental en Utuado. Igual suerte corrieron en similares circunstancias Anthony Maldonado Avilés, Aixa López Otero y Jeremías Fret Molina, este último falleció tras recibir tres descargas del dispositivo de control electrónico o taser, de parte de uno de los diez policías que intervinieron con él durante una crisis. 

La campaña de Km0 tiene como meta que el gobierno establezca una unidad de respuesta a crisis emocionales con una infraestructura salubrista y no punitiva. Mientras eso sucede, la organización apuesta a que la práctica se filtre a través de los procesos educativos comunitarios, mediante la labor de organizaciones que trabajan junto a líderes, participantes y familias.

“Que se dejen de atender estas crisis como si fuesen un crimen, un delito, que se empiece a ver que esa persona está al límite y necesita ayuda. Cualquier persona puede vivir una crisis emocional o de salud mental”.
Adli Cordero Espada
Coordinadora de la campaña y directora de Proyectos de Km0

“Queremos adentrarnos en el conocimiento de qué hacemos para prevenir la intervención de la Policía. Muchas veces lo que hace que las personas la llamen es que no tienen muy claro qué podemos hacer cuando un familiar, un amigo o una persona de la comunidad empieza a manifestar síntomas o señales de una crisis de salud mental; se llama a la Policía como un recurso de apoyo, pero con lo que nos estamos encontrando es que cuando llegan lo que sucede es que la violencia escala”, señala Cordero.

La coordinadora de la campaña destaca que la Uniformada está adiestrada para “encontrar o ver un delito” o para discernir si la persona es “una amenaza o representa un peligro”. “No necesariamente los agentes están preparados para acompañar u ofrecer algún tipo de apoyo para que no escale la crisis”, apunta.

De ahí que la herramienta busca “ofrecer una herramienta básica para las personas que acompañan a quien vive una crisis de salud mental”. 

“Queremos que se puedan tener unos conocimientos básicos de primeros auxilios, aunque no seamos especialistas en salud mental o sicólogos, para que sepamos qué hacer”, dice Cordero y pone como ejemplo que resulte tan común como cuando se ofrecen los primeros auxilios físicos durante emergencias.

DEFINIDOS LOS RETOS INMEDIATOS


Portada del manual

En Km0 están conscientes de que una de las limitaciones que enfrentarán será la falta de líneas de ayuda para salud mental, más allá de la Línea Pas de ASSMCA instaurada por el gobierno. 

“Una de las recomendaciones que hacemos para cuando la persona necesite una ayuda para desescalar la crisis - más allá del apoyo y el acompañamiento-, es que se llame a una ambulancia y se solicite que no venga con la Policía porque es un asunto de salud mental, si no con paramédicos especializados”, señala.

Cordero identifica como uno de los retos cuando se involucra a la Uniformada en estas situaciones es “que la violencia va a escalar, se vuelve un detonante para algunas personas”. 

“Por eso creamos esta herramienta, apostamos a la posibilidad de que desescalar la crisis ayude a que la persona pueda ir a su tratamiento; a veces ocurre que no tenían su medicación al día. Poder identificar sus necesidades, cómo acompañarlas, prevenir la intervención policial y que la persona tenga recursos salubristas de apoyo y de la red familiar, es un pilar para que pueda tener atención en el proceso y se priorice su bienestar. Esto es un inicio para poder construir una respuesta comunitaria a las crisis emocionales y de salud mental sin la Policía”.

A juicio de la coordinadora de la campaña, la práctica llevaría a la descriminalización de personas que muestren una crisis de salud mental. 

“Que se dejen de atender estas crisis como si fuesen un crimen, un delito, que se empiece a ver que esa persona está al límite y necesita ayuda. Cualquier persona puede vivir una crisis emocional o de salud mental”, indica Cordero.

Los materiales educativos -y la información que los contextualiza- están accesibles en la página quenosealapolicia.com. 

Fotos / Suministradas

 

LO QUE HA DOCUMENTADO KM0


  • Más del 20% de las intervenciones policiales con uso de la fuerza en Puerto Rico ocurren con personas inmersas en crisis emocionales o de salud mental.
  • Para atender situaciones de crisis de salud mental, la Policía utiliza el dispositivo de control electrónico o taseren el 61% de sus intervenciones con las personas. Esta herramienta es considerada como tortura debido al dolor extremo que provoca. Además, causa trauma, muertes y su uso está vinculado a violaciones de derechos humanos. 
  • La Policía no está capacitada para brindar cuidado durante una crisis de salud mental, su presencia puede escalarla y su uso de fuerza suele agravar el problema en vez de solucionarlo. 
  • Un 35% de la población privada de libertad en nuestro país tiene necesidades de servicios de salud mental. El 73% de la población presenta trastorno por abuso de sustancias controladas.

Fuente: Informe El tercer castigo: entre la irracionalidad y la peligrosidad, de Kilómetro 0. 

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