Este proyecto de la Coordinadora Paz para la Mujer ofrece educación, acompañamiento y servicios que promueven el desarrollo de la población femenina en la zona y en sus comunidades.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Alana Feldman, fundadora de Centro Paz para Ti, junto a su inseparable Diana.

Serpenteando por la carretera 135 de Adjuntas encuentras la antigua escuela elemental en el barrio Yahuecas que hoy alberga el Centro Paz para Ti, proyecto de Coordinadora Paz para la Mujer dirigido a fortalecer factores psicosociales de las féminas en la zona rural, para que maximicen sus recursos al enfrentar problemáticas diversas.

Tres proyectos principales destacan en la agenda del Centro: apoyo a pequeñas empresarias, el mercado con sus bancos de siembra y las promotoras comunitarias.

 

Diana te recibirá con amor, una perra cariñosa y dócil, que siempre vuelve a su dueña, Alana Feldman, experimentada líder del Tercer Sector que se trasladó a Adjuntas para comenzar desde cero esta iniciativa. Tras lograr el traspaso de la abandonada escuela a la organización, desde marzo de 2019 el espacio sigue siendo fuente de aprendizaje y crecimiento, aunque ahora las alumnas sean mujeres de la ruralía y lo que germinen sean plantas que luego venden en mercados locales.

“Trabajamos mayormente con temas relacionados a la sostenibilidad alimentaria, independencia económica y la prevención e intervención en violencia de género”, explica Feldman y añade que se seleccionó dicha zona para implantar el proyecto debido al “vacío de servicios” que experimenta.

“Hay un aislamiento geográfico que es común al área de la montaña, pero si miras el mapa de las organizaciones integrantes de la Coalición Puertorriqueña en contra de la Violencia Doméstica y la Agresión Sexual (Coordinadora Paz para la Mujer), vas a ver que hay un vacío de servicios y de recursos disponibles en esta área. Servimos en Adjuntas, pero también atendemos mujeres de Lares, de Utuado, del norte de Ponce, nos llegan de Castañer y de otras áreas que también son rurales y circundantes”, menciona Feldman.

“… tenemos la contradicción de mujeres sobrevivientes de violencia de género que necesitan vivienda, pero necesitan discreción”.

La falta de ofrecimientos sociales es amplia y se traduce, por ejemplo, en la ausencia de servicios de intervención en situaciones de violencia de género, tema clave para la coalición Coordinadora Paz para las Mujeres.

“Si necesitamos referir a alguien para servicios legales, para servicios psicológicos, para vivienda transitoria, para albergarse, la gran mayoría de esos servicios tendrían que ir fuera del área. Aquí en Adjuntas el mayor proveedor de servicios de salud es el Hospital de Castañer, así que hacemos muchos referidos al hospital, pero no dan abasto para todas las necesidades. Además, muchas veces el mantenerte muy cerca para los servicios que estás buscando relacionados a violencia de género hace que todo el mundo sepa que eres sobreviviente de violencia de género y eso en un pueblo pequeño también tiene su estigma. Así que, tenemos la contradicción de mujeres sobrevivientes de violencia de género que necesitan vivienda, pero necesitan discreción”, propone.


Algunas integrantes del grupo de promotoras comunitarias. Desde la izquierda: Alana Feldman,
Annie Pérez, Milagros Vargas Pagán, Jesenia Vega Pagán y Omayra Olán.

Hace dos meses la Casa Protegida Julia de Burgos abrió sus instalaciones en Ponce, lo que es celebrado como un nuevo recurso en la zona. Antes de eso, el albergue más cercano estaba en Vega Alta. 

“La gran mayoría de las mujeres, a pesar de que necesitaban vivienda, no querían ir tan lejos porque eso quería decir que no estaban cerca de familiares, de hijos e hijas. Muchas veces es igual para servicios psicológicos, para servicios legales, tenemos que buscar fuera del área. Desde que está el Centro Paz para Ti, esos servicios los hemos ido desarrollando poco a poco, especialmente con las promotoras comunitarias”.

Las promotoras comunitarias son definidas por Feldman como mujeres “lideresas en la comunidad” que han sido adiestradas en el tema de violencia de género y llevan el mensaje a su comunidad donde “ya tienen la confianza de las personas a su alrededor”. 

“Lo más probable es que las personas se están acercando a ellas no porque son promotoras comunitarias, sino porque son reconocidas como gente que se mueve en su comunidad a las que le estamos dando un adiestramiento adicional. En el Centro Paz para Ti ellas son la puerta hacia otros servicios que podemos conectar”.

APRENDER PARA MEJORAR 

El Centro Paz para Ti ha estado brindando talleres de agroecología y realizando mercados mensuales para que las mujeres empresarias generen ingresos independientes. También, brindan adiestramientos, cursos, clases y acompañamiento en el fortalecimiento de pequeñas empresas, entre otros servicios. Para ello utilizan las zonas exteriores de la antigua escuela y sus salones.

“A través de las diferentes actividades que llevamos a cabo las personas en la comunidad llegan preguntando ‘¿qué es esto?’, ‘¿a qué se dedican?’, ‘¿qué están haciendo?’, ‘¿cuál es el servicio?’ y dicen ‘yo quiero coger yoga’, ‘yo quiero venir a ese taller de bisutería’, ‘me interesaría incorporar mi organización ¿me podrías orientar sobre cómo hacer solicitudes de fondos?’ y ahí vamos regando la voz sobre qué hacemos y a qué nos dedicamos”, dice Feldman.

En el mercado predomina la cosecha del huerto del Centro, pero además hay espacio para unas 20 mujeres que venden desde alimentos y artesanías, hasta manualidades, servicios de uñas o de grooming para mascotas.

El Centro cuenta también con 15 bancos de siembra que integran a su huerto comunitario.

 “Tenemos mujeres voluntarias que vienen a ayudar a sembrar, a trasplantar, a cosechar, a desyerbar. Los productos que están en el huerto se venden en el mercado, pero también se ponen a la disposición de la comunidad y de las mujeres voluntarias que están aquí”, explica Feldman mientras muestra la sección de plantas medicinales.

Los bancos de siembra se expanden con el intercambio de semillas y plantas con las voluntarias. “Yo traigo un bejuco de poleo y ellas traen uno de yerba lumbre, yo no tengo manzanilla, pero tengo Juana la blanca, te doy de la mía y tú me das de la tuya. Así esta sección ha ido creciendo”.

No solo el huerto crece, el Centro Paz Para Ti se desarrolla a la par con sus integrantes. Entérate en sus redes sociales cómo puedes unirte a su misión: en Facebook, Centro para ti o en Instagram como Cparati. También, puedes llamar para información o para hacer donaciones al 787-380-6106.

Fotos y vídeo: Javier del Valle

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