Durante el mes de junio, participantes de distintas organizaciones sin fines de lucro aprovecharon los ofrecimientos veraniegos de instituciones dedicadas al trabajo cultural y educativo.

Por Tatiana Pérez Rivera  :: Oenegé

Lo menos que pensó la bailarina de quince años Joelis Martínez Santiago es que interpretaría el papel principal en el ballet de dos actos, “Paquita”, al final del campamento intensivo del que disfrutó en Ballet Concierto.

“Pude lograr hacer el papel principal en Paquita, creo que es un logro bastante grande, trabajamos muy duro para eso y como soy de menor edad sí que es un logro”, dice orgullosa la bailarina oriunda de Carolina y estudiante de la Escuela Especializada Julián Blanco.

“Yo bailo desde que tengo tres años; empecé por ballet, seguí con contemporáneo, jazz, cogí hip hop y hasta bailes españoles. Ahora bailo de todo un poco, me gusta el ballet y me encanta el jazz y el contemporáneo”, comenta la joven que desde el 2016 integra la compañía Ballet Concierto.


Amanda Cruz muestra su obra.

El programa intensivo de verano del que disfrutó en dicha compañía de baile ocupó su tiempo en el mes de junio. “Estábamos presencial, desde las 8:30 a.m. hasta las 3:30 p.m. Cogimos nuestra clase de técnica de ballet, nuestra clase de punta y ensayábamos la pieza del ballet Paquita, que fue nuestra presentación final. Fue muy gratificante porque pude pasar tiempo con maestros invitados dándonos su retroalimentación para poder ser la mejor bailarina que puedo ser. Siempre estoy agradecida de Ballet Concierto por lo que he aprendido y cómo me he podido desarrollar”, indica Martínez quien aspira a “bailar de todo un poco en compañías profesionales alrededor del mundo”.

Su mamá Judelis Santiago Torres destaca la oportunidad que implica compartir con bailarines internacionales invitados a Ballet Concierto, como ocurrió este año. Durante el verano intensivo también desarrollaron destrezas de salsa. “Considero que esa relación con las amigas, de apoyarse todos los días unas a las otras en las clases y los ensayos, la desarrolla como persona no solo como artista en la tarima. Pienso que esa integración es importante. A veces a los papás se nos hace cuesta arriba y estoy agradecida de que Ballet Concierto nos haya seleccionado para recibir esta ayuda”, dice Santiago.


Dibujo de Jaydem, otro participante del taller de verano.

La mamá de Joelis alude al incentivo que la Fundación Ángel Ramos, a través de su programa Junte por las Artes, ofreció a organizaciones sin fines de lucro que manejan temas culturales y educativos, para mantener viva la iniciativa durante la pandemia. Participantes de distintas organizaciones sin fines de lucro se beneficiaron de los ofrecimientos de la Liga de Estudiantes de Arte de San Juan, Ballet Concierto de Puerto Rico, y del Centro Criollo de Ciencias y Tecnología del Caribe (C3Tec).

Alí Manuel Santi Rodríguez tiene 9 años y como integrante de la Asociación Pro Juventud y Comunidad Barrio Palmas aprovechó los cursos virtuales que ofreció la Liga de Estudiantes de Arte el mes pasado.

“La clase que más me gustó fue la de arte en papel”, comenta el niño residente en Guaynabo. “Hicimos tres manualidades: un sapito, una estación espacial y un fondo de mar con una caja de zapatos. También, cogimos clase de Teatro, con Heyda Salamán; de Formas y figuras con Luzmari Collazo y de Arte en papel con Cacheila Soto. Pude dibujar más, aunque pensaba que no tenía demasiadas ideas, pero si pensabas podías hacerlo. Me gustó la creatividad”.

“Poder ofrecer un programa virtual fue un reto que nos dio muchísimas enseñanzas a la par de llegar a nuevos públicos, incluso de la diáspora”, explica Marilú Carrasquillo, directora ejecutiva de la Liga de Estudiantes de Arte de San Juan.


Algunas de las manualidades realizadas por Alí.

“En nuestro próximo plan estratégico trabajamos para llegar a poblaciones desventajadas. Aunque tenemos un programa de becas hace años, no llega al conocimiento de personas necesitadas. Este verano pudimos lograrlo con once participantes que nos llegaron por el Junte por las Artes y reafirmó nuestro propósito de continuar”, asegura Carrasquillo.

Por eso ya planifican cómo impactar otras zonas en la mira como el residencial Puerta de Tierra en San Juan y la Corporación Piñones se Integra (COPI) en Loíza.

En el caso de los participantes de Nuestra Escuela y del proyecto Fuente de Esperanza, estos disfrutaron del taller veraniego, “Gimnasia mental”, en el C3Tec de Caguas que refresca conceptos STEM que incluye Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática.

Juan Fonseca Ayala tiene 10 años y completó el taller presencial al cual llegó gracias a la organización Fuente de Esperanza que, mayormente, labora en la Barriada Morales en Caguas.

“Me gustó y aprendí muchas cosas”, asegura risueño Fonseca sobre el taller que se valía de juegos y arte para refrescar conceptos matemáticos.

“Me gustaba mucho el color naranja porque se parece un poco al sol, me gustaba jugar “Monito” y béisbol y tengo unos cuantos amigos nuevos”, agregó el niño. 

De esta forma, el Junte por las Artes 2021 culminó su versión especial en medio de la pandemia. El evento comenzó a combinar presentaciones de música, baile y teatro de artistas profesionales y en formación en el 2017. En abril de ese año debutó en el Parque Luis Muñoz Marín en San Juan y luego en octubre se trasladó el concepto a la plaza pública de Yabucoa. En diciembre culminó ese primer ciclo en la plazoleta de la sede del Banco Popular en Hato Rey.

Web Analytics