Celebrar la trayectoria, la labor y la excelencia de una organización sin fines de lucro es motivo de orgullo para la Fundación Ángel Ramos. Ahora bien, seleccionar a cuál reconocer cada año, cuando en el ecosistema del tercer sector en Puerto Rico abundan las iniciativas disciplinadas y consistentes en el compromiso de servir a sus participantes y comunidades, verdaderamente es una experiencia de crecimiento extraordinaria. 
 
El Premio Tina Hills se honra en reconocer la ejecución impecable del sector en el país a lo largo de 25 ediciones del galardón. Tocamos la puerta de cada pasado ganador. Sus méritos evolucionan con los tiempos y su entrega permanece intacta. ¿Qué ha pasado con las organizaciones que han obtenido el premio? Entérate en los perfiles acerca de ellas que, a partir de hoy, y hasta el 14 de noviembre, publicaremos en Oenegé.

Meta: Que el arte siga siendo parte de la respuesta a emergencias sociales y al desarrollo comunitario.

Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

La necesidad también se combate con arte. Eso demostró el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) durante la respuesta que ofrecieron en distintas comunidades tras el paso del huracán María por la isla. De ahí que, en el 2018, fueran parte de las siete organizaciones ganadoras de la Edición especial del Premio Tina Hills.


Ayuda tras las emergencias entregada a comunidades con las que se ha trabajado antes. Foto / Facebook

“Una de las cosas principales que el premio y las circunstancias que se dieron en ese momento lograron, fue destacar el rol de las artes al contribuir a procesos de bienestar y justicia social. Hasta que no pasó el huracán y empezó a darse toda la respuesta que se dio desde nuestro museo y otras organizaciones, eso no era algo tan visible. Ha sido un antes y un después”, señala Marianne Ramírez Aponte, directora ejecutiva del MAC.

“El premio ha venido a reiterar la importancia que tienen las artes en momentos críticos y cómo contribuyen en procesos de justicia social y de sanación en términos del rol que ejercemos desde distintos espacios para poder defender la cultura como un derecho y como un servicio esencial”, agrega Ramírez.

Desde el año 2014 la iniciativa “MAC en el Barrio” comenzó en Santurce y se extendió a zonas como Río Piedras, Guaynabo y Cataño. Se trata de un proyecto de equidad cultural que se gesta a través de programas de educación histórica y cultural con visiones artísticas.

“Esa metodología se afina y se construye según las necesidades de las comunidades que el museo sirve, que no son solamente geográficas, sino también hay comunidades de afinidad. En la medida en que los problemas del país se van recrudeciendo, que las comunidades van teniendo noticias del programa, este se va expandiendo. El premio logró que el programa creciera de 15 comunidades servidas a 23”, sostiene la directora y agrega que además lograron apoyos adicionales de fondos legislativos para este crecimiento.

Las comunidades que sirven no solo se las han visto difíciles por el huracán, sino que sus dinámicas han sido alteradas por el cambio climático y con frecuencia enfrentan las secuelas del aumento en el nivel del mar o las inundaciones.

“Muchas de estas comunidades se han construido en territorios invadidos o quizás originalmente había manglares, así que están propensas a este tipo de problemática. Una cosa que ha sido muy especial en ese trabajo ha sido ver cómo a través de la gestión de las propias comunidades y de sus entidades y, a través de ese programa de comisiones artísticas que se ha implementado, se contribuye a evitar su desplazamiento. En la medida en que uno da a conocer el rico legado cultural de estos espacios, que se hacen más visibles para grupos más amplios y que se reconocen los distintos tipos de desigualdad que viven —desde económica hasta racial o de vivienda—, se logran conexiones con el gobierno, la empresa privada, con las entidades comunitarias. Al facilitar encuentros, conversaciones y saberes, me parece que las comunidades están en una mejor posición”, expone Ramírez.

“Entre la filantropía está comprobado, hay una confianza y no es solamente con el MAC, sino que hay un reconocimiento de lo que el sector cultural puede aportar”.

Que la efectividad de instituciones culturales al movilizar iniciativas se reconozca en procesos de reconstrucción del país debe evaluarse por fases, a juicio de la directora. Cuando pasa la emergencia primero se atienden las necesidades básicas de seguridad y alimentación, “pero nosotros que hemos manejado el huracán María, los terremotos, la pandemia y ahora otro huracán, sabemos que el museo ha podido desarrollar una metodología y lo más importante es la continuidad”.

“Si yo estuve implementando un programa de emergencia después del huracán, yo llevo cinco años implementándolo, el programa no ha parado. Esa relación acumulativa que se tiene con las comunidades, que se retroalimenta, nos coloca a nosotros en una mejor posición para responder. También, he visto cómo las comunidades se han fortalecido entre sí”, declara.

La huella de esta labor ha quedado impresa y visible en el MAC. “La institución se fortalece en la medida en que sus artistas y sus comunidades se fortalecen. Aunque son muchísimos los retos que tenemos de exceso de trabajo, de la necesidad de más recursos en la medida en que crecemos, estoy segura de que nuestra institución está sumamente fortalecida y goza de confianza pública. Entre la filantropía está comprobado, hay una confianza y no es solamente con el MAC, sino que hay un reconocimiento de lo que el sector cultural puede aportar. Quisiera pensar que a nivel gubernamental hay un mayor conocimiento de eso también”.


Alianzas con otras organizaciones para llevar iniciativas de arte. Foto / Facebook

Para el museo resulta gratificante haber establecido un modelo distinto en su relación con los artistas y en el vínculo entre la ciudadanía, el museo y su producción cultural.

“El museo no es este espacio cerrado sino todo lo contrario, es un espacio de debate, un recurso bien poderoso para adelantar procesos de justicia social y eso lo trabajamos a través del MAC en el Barrio, de las exhibiciones, del programa educativo que se crea alrededor de las obras, al dar a conocer el legado cultural de las comunidades y con el análisis crítico de nuestra colección. Ese análisis busca que esta sea diversa y representativa a nivel de género, de raza, de realidad del país, del Caribe y América Latina”, asegura Ramírez.

Nuevas exhibiciones en agenda trabajarán temas de derechos civiles y humanos, justicia ambiental, economía del visitante, colonialismo y, el año que viene, se profundizará en la representación de los afrodescendientes.

Museo de Arte Contemporáneo

Fundación: 1984

Labor: fomentar experiencias multidisciplinarias abiertas a todas las expresiones del arte, la cultura contemporánea y la justicia social.

Ubicación: Santurce


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