Celebrar la trayectoria, la labor y la excelencia de una organización sin fines de lucro es motivo de orgullo para la Fundación Ángel Ramos. Ahora bien, seleccionar a cuál reconocer cada año, cuando en el ecosistema del tercer sector en Puerto Rico abundan las iniciativas disciplinadas y consistentes en el compromiso de servir a sus participantes y comunidades, verdaderamente es una experiencia de crecimiento extraordinaria. 
 
El Premio Tina Hills se honra en reconocer la ejecución impecable del sector en el país a lo largo de 25 ediciones del galardón. Tocamos la puerta de cada pasado ganador. Sus méritos evolucionan con los tiempos y su entrega permanece intacta. ¿Qué ha pasado con las organizaciones que han obtenido el premio? Entérate en los perfiles acerca de ellas que, a partir de hoy, y hasta el 14 de noviembre, publicaremos en Oenegé.

Una meta: Nunca olvidar en las comunidades que el bien colectivo va por encima del interés individual.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Alcalde de Caguas, William Miranda Torres, durante el corte de cinta para inaugurar trabajos en el tanque
del acueducto comunitario. Foto / Facebook

“¿Cuánto nos ayudó? Enormemente, creo que ganar el Premio Tina Hills fue un símbolo de justicia social para el Acueducto Rural Pedro Calixto. Nos dieron el empuje que necesitábamos en nuestra labor de recordar que tenemos que cuidar de nuestro entorno y de nuestros recursos”, expresa José “Cheo” Oyola, director ejecutivo de la organización que ofrece agua potable a los residentes del Barrio Borinquen en Caguas, entre otros proyectos de desarrollo comunitario.


Residentes se apoderan de las labores de limpieza y ornato de la comunidad. Foto / Facebook.

Fueron una de las siete organizaciones ganadoras durante la edición especial del Premio Tina Hills 2018, que destacó su labor luego del paso de los huracanes Irma y María. La velocidad con la que se recuperaron y pudieron generar agua potable en la zona tras los ciclones, los convirtió en un oasis comunitario en tiempos críticos. Antes del evento, habían optado por reducir costos de electricidad instalando un sistema de placas solares y baterías que después aseguró el trabajo del acueducto cuando el país seguía a oscuras.

“Desde nuestro barrio dimos agua a todos nuestros hogares, a familiares y amigos. También, hacíamos el muestreo de salud para asegurarnos de la calidad”, recuerda Oyola.


Feria de servicios y productos comunitarios. Foto / Facebook

Los fondos de recuperación asignados vía reembolso por agencias estatales y federales han dilatado los procesos. Bajo un modelo colaborativo, este acueducto logró “ponerse al día más rápido” con su segundo tanque, en parte gracias a la inversión del premio. Otro resultado de fortalecer las finanzas fue asegurar inventario de piezas necesarias para mantener el acueducto operando.

“Cuando vimos la cantidad de gente que vino a buscar agua potable, nos dimos a la tarea de preparar un segundo tanque para hacer el acueducto más robusto y resiliente y estar en mejor condición de proveer un oasis en diferentes ocasiones, porque aquí no tiene que haber un desastre de la naturaleza para quedarnos sin agua. En Puerto Rico si no hay luz, no hay agua en muchas comunidades”, explica y agrega que tras el terremoto del 2020 también compartieron agua potable.

Oyola estima que unos tres años previo al paso del huracán María, ya el acueducto buscaba cómo “poder mantenernos” y cumplir con los requerimientos de control de agencias reguladoras estatales y federales.

“Ya tenemos parte del presupuesto para poner sobre la mesa a quienes le vayamos a hacer la oferta sobre lo que tenemos y lo que necesitamos. Las comunidades también tienen que tratar de atender sus necesidades, asumir el control y trabajar sobre ellas”.

“María vino a destapar la realidad social de la isla y nosotros buscábamos colaboración para seguir adelante. Decíamos, ‘Gobierno, tenemos esta situación en nuestra comunidad, nosotros vamos a aportar la mano de obra, ayúdanos tú con los materiales’ y por ahí comenzamos con el municipio de Caguas. También, lo hemos hecho con las agencias de gobierno y con otras organizaciones filantrópicas”, dice sobre nuevos proyectos.

Con ese espíritu diseñaron una propuesta autosustentable para una embotelladora, una planta de hielo y una microrred.

“Ya tenemos parte del presupuesto para poner sobre la mesa a quienes le vayamos a hacer la oferta sobre lo que tenemos y lo que necesitamos. Las comunidades también tienen que tratar de atender sus necesidades, asumir el control y trabajar sobre ellas. Con ese modelo colaborativo hemos ido transformando en los últimos cuatro años la comunidad. Por ejemplo, acordamos con el Municipio de Caguas y nos ocupamos del mantenimiento de la carretera que lleva a nuestra comunidad. La propuesta de la comunidad siempre será ‘ayúdame para yo trabajarlo y tenerlo como quiero’”, sostiene Oyola.

A inicios de octubre inauguraron su cooperativa de consumo, Somos Coop. El gobierno federal les facilitó un vagón y el Municipio de Caguas les prestó un terreno baldío cercano a una cancha que acondicionaron y ahí lo ubicaron. 

“Hacemos nuestras actividades y ayudamos a todas las iniciativas que están en nuestra comunidad que son parte de la Alianza Borinquen Bello que creó el Acueducto Pedro Calixto. Ahora nuestro barrio sirve de ejemplo de desarrollo en Caguas”, comparte orgulloso.

Las iniciativas e individuos disfrutan del apoyo de la Alianza y de la cooperativa cuando realizan actividades dirigidas al cuidado del ambiente. A fin de año se dividen las ganancias generadas.

“No es un pago, es un incentivo para agradecer lo que están haciendo por la comunidad. Estamos trabajando con los niños y con los jóvenes para que tomen las riendas del acueducto a temprana edad. Nos hemos ido fortaleciendo en las áreas solares, haciendo hielo para que las personas puedan conservar sus alimentos porque queremos que la comunidad esté más preparada e independiente. Si yo lo puedo hacer, por qué tengo que esperar que otro lo haga. Es gratificante lo que estamos viviendo ahora en el barrio”, indica.

Otras comunidades les piden orientación para repetir sus iniciativas. “En el Barrio Borinquen logramos la unidad de todos: los residentes, los comercios, las iglesias. Podernos agrupar y trabajar por el bien colectivo, sin que esté todo el mundo halando para su lado, es el gran logro. Tenemos que echar a un lado los protagonismos para lograr esa transformación”, recomienda para acabar.

Acuerducto Rural Pedro Calixto

Fundación: 1977

Labor: proveer agua potable y transformación comunitaria a residentes del Barrio Borinquen.

Ubicación: Caguas

 


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