Celebrar la trayectoria, la labor y la excelencia de una organización sin fines de lucro es motivo de orgullo para la Fundación Ángel Ramos. Ahora bien, seleccionar a cuál reconocer cada año, cuando en el ecosistema del tercer sector en Puerto Rico abundan las iniciativas disciplinadas y consistentes en el compromiso de servir a sus participantes y comunidades, verdaderamente es una experiencia de crecimiento extraordinaria. 
 
El Premio Tina Hills se honra en reconocer la ejecución impecable del sector en el país a lo largo de 25 ediciones del galardón. Tocamos la puerta de cada pasado ganador. Sus méritos evolucionan con los tiempos y su entrega permanece intacta. ¿Qué ha pasado con las organizaciones que han obtenido el premio? Entérate en los perfiles acerca de ellas que, a partir de hoy, y hasta el 14 de noviembre, publicaremos en Oenegé.

Meta: Que la sociedad se transforme para que los albergues que acogen a niñas abusadas no sean necesarios.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

La misión de reconstruir las vidas de niñas removidas de sus hogares a causa del maltrato y la negligencia que realiza Hogares Teresa Toda, recibió un impulso significativo cuando en el 2008 la organización obtuvo el Premio Tina Hills.

“Nos ayudó mucho en la misión del hogar que es acompañar a estas niñas en todos sus procesos de crecimiento, sobre todo en la parte de superar el trauma de la remoción y todo lo otro que trae, porque la remoción viene porque se dieron situaciones de maltrato y de negligencia. Ese dinero ayudó a que este proyecto pudiera salir adelante y se usó mucho en aquel momento porque se estaba ampliando el hogar, se tenía solo una casa y se ampliaba para tener dos grupos de niñas y poder trabajar mejor con ellas”, expresa la Hermana Norma Matar Acosta, directora administrativa de Hogares Teresa Toda.

La religiosa afirma que disponer de ese espacio adicional ha facilitado “los procesos y el acompañamiento” de las participantes.

“Es importante que esas niñas vivan en un ambiente sano, que se sientan queridas y que se valide su calidad humana. Que por el hecho de ser removidas no tengan que vivir en un hogar sin condiciones, que el espacio esté cómodo, que sea adecuado. También, el premio ayudó en poder seguir asegurándoles esa educación integral que les damos, llevarlas a esos recursos educativos de calidad que tenemos. Todo dependerá de la realidad de la niña, lo que necesita en sus tareas y tutorías”, menciona la Hermana Norma sobre las escuelas públicas y privadas a las que asisten sus participantes.

Hogares Teresa Toda fue fundada por las Hermanas Carmelitas Teresas de San José en el 1993. Ahora atienden 24 niñas referidas por el Departamento de la Familia y tienen capacidad para 35; la licencia de dicha agencia solo le permite 25. También acogen niñas en riesgo que usualmente son referidas por algún familiar y reciben todos los servicios.

El albergue ya fue certificado por CARF como centro que cumple con las nuevas disposiciones de la ley federal, Family First, que evita la separación familiar y estimula el fortalecimiento de dicho núcleo.

“Cumplimos un año ya de estar acreditados. Fue un momento clave y nos hemos tenido que acomodar de alguna manera. Aunque muchas de las cosas que piden ya nosotros las hacíamos, esto nos ayudó a organizarnos y a planificarnos mejor, a ponerle nombre a procesos que ya hacíamos. La acreditación es por tres años”, explica.

La Hermana Norma se expresa satisfecha y orgullosa de la transformación de las 250 niñas que han vivido en el albergue. Cada vida es un tesoro que han cuidado y valorado.

“Uno las ha podido acompañar, han recibido servicios para crecer como mujeres, como personas saludables. Nosotros nos sentimos satisfechos y lo más importante es que ellas han podido seguir adelante y han podido romper el ciclo de las situaciones que vivían”, menciona.

“Ojalá el hogar no existiera porque las niñas viven en ambientes sanos, pero ya que la realidad es otra, pues nuestra tarea es acogerlas y ofrecerles un ambiente de familia en el que ellas sean seres valiosos que puedan crecer con una mayor autoestima, que puedan salir adelante”.

Las egresadas que regresan de visita al albergue y aquellas que los contactan, les regalan una satisfacción especial. “Nos ponen contentos. Ha habido algunas que han tenido sus equivocaciones en el camino, pero sabemos que, en el fondo, algo de nuestras enseñanzas les queda”.

En los Hogares Teresa Toda están listos para continuar su misión “actualizándonos y acomodándonos a los tiempos, pero sin dejarnos perder por lo que la gente nos propone, sin perder lo esencial”.

“Cada día llegan más niñas, tenemos 24 y muchas en lista de espera que no podemos recibir porque no podemos. Ojalá el hogar no existiera porque las niñas viven en ambientes sanos, pero ya que la realidad es otra, pues nuestra tarea es acogerlas y ofrecerles un ambiente de familia en el que ellas sean seres valiosos que puedan crecer con una mayor autoestima, que puedan salir adelante”, indica.

La Hermana Norma ha visto los cambios que provoca la atención adecuada en las participantes. Percibe variaciones “en el vocabulario, en la forma de relacionarse unas con otras, en las cortesías y, sobre todo, en el deseo de superarse, de formarse, de vivir una realidad diferente a la que tenían”.

“Muchas de ellas siguen estudiando, se hacen profesionales, otras no llegan a tener bachillerato o maestría, pero salen adelante. En los años que tengo aquí, ellas te expresan que están agradecidas por lo que hicimos en sus vidas. Ahora mismo dos egresadas trabajan con nosotros, una es secretaria y la otra trabajadora social, y eso es un orgullo”, dice emocionada.

Por eso la religiosa insiste en que deben ofrecer todas las vías de superación. “Las niñas pueden salir adelante, cambiar sus vidas y transformar la sociedad para que este hogar no sea necesario”, cierra la plática.

Hogares Teresa Toda

Fundación: 1993

Labor: servicios educativos, sicológicos y de albergue a niñas removidas de sus hogares por maltrato, negligencia o abuso.

Ubicación: San Juan

 


Web Analytics