El servicio religioso virtual para recordar el nacimiento de la fundadora de los Centros Sor Isolina Ferré, contará con la participación de los cantantes Danny Rivera y José Juan Tañón.

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé


Sor Isolina Ferré nació el 5 de septiembre de 1914 en la
calle León #13 de Ponce. Foto / Suministrada CSIF

Sor Rosita Bauzá recuerda muchas palabras de su colega de labores, Sor Isolina Ferré, pero una expresión todavía le brinda aliento. “Ella estaba confiada en que, cuando ella ya no estuviera físicamente presente, el equipo de trabajo de la organización y muchos de sus participantes servidos se contagiarían con ‘el cosquilleo’ por servir que siempre la inspiraba a ella”, relata Sister Rosita.

Dicho y hecho. Ahora que se conmemoran 106 años del natalicio de la fundadora de los Centros Sor Isolina Ferré (CSIF), esos seguidores de su obra celebrarán una misa virtual en su honor mañana sábado, 5 de septiembre, a partir de las 4:30 p.m., desde la Parroquia Santísimo Sacramento de Ponce. La ceremonia será oficiada por su párroco, padre Orlando Lugo Pérez, y tendrá dos invitados especiales: Danny Rivera, quien interpretará el tema “Isolina” compuesto en su honor, y José Juan Tañón, que cantará su canción preferida, “Impossible Dream”.

Sor Isolina nació el 5 de septiembre de 1914 en la calle León #13 de Ponce.

“Sister Isolina escribió un evangelio de amor y servicio al prójimo, no en palabras, sino en acción. Ella creía mucho que cada persona tenía una dignidad por ser hijo de Dios, eso nos lo recalcaba todo el tiempo, y que toda persona era creada por el padre celestial, lo que nos hace hermanos, responsables el uno del otro”, afirma Sister Rosita, autora del libro “La esperanza que no defrauda”, sobre el legado de amor de la religiosa ponceña.

“Había tres palabras claves en las enseñanzas de ella: cariño, dignidad y respeto. Sister Isolina decía ‘todo puertorriqueño se define por esas tres palabras porque es una persona llena de cariño hacia el prójimo, tiene la dignidad de ser hijo de Dios y, por tanto, se deben respetar unos a otros’. Yo creo firmemente en esas enseñanzas”, proclama.

La religiosa resalta que Sor Isolina era fiel creyente del potencial de cada ser humano. Convencida de ello creó los Centros Sor Isolina Ferré, organización sin fines de lucro que el año pasado cumplió 50 años de labor y que ya cuenta con sedes en Ponce, Caimito, Guayama y Canóvanas.

“Sister enseñaba en palabras sencillas”.

“No importa de dónde tú vienes, si es del arrabal o del residencial, todos somos hijos de Dios y tú eres tan importante como yo’. Eso le decía ella a todos los jóvenes que se acercaban a los centros. Yo diría que ella fue un instrumento de Dios para hacer el bien”, insiste Sor Rosita quien agrega que luego de 30 años de servicio como misionera de la orden de la Santísima Trinidad en la zona este de Estados Unidos, Ferré retornó a la playa de Ponce a “descansar” con su orden religiosa.

“Pero ese descanso no se dio porque ella era una mujer incansable. Decía ‘hay que hacer tanto, ¿cómo podría estar descansando’? Y se iba a visitar los barrios, las callecitas y los callejones para ver qué necesitaba la gente. Un sacerdote de la orden trinitaria nos dijo una vez, ‘Sister vino al rescate de la esperanza de muchos que habían perdido la confianza en Dios y en que ellos tenían un valor significativo’. De hecho, el lema de los centros es, “La gloria de Dios es el hombre y la mujer en su plenitud”, mientras mejor persona tú eres, tú puedes llegar a ser feliz porque eres hijo de Dios y porque llegaste a tu plenitud. Sister enseñaba en palabras sencillas”, recuerda la hermana Rosita.

LOS CENTROS Y SUS 50 AÑOS


Sister Isolina junto a Sister Rosita Bauzá en un recorrido realizado
en el 1984. Foto / Suministrada CSIF

Aunque con distanciamiento social y empeñados en mantener el servicio, empleados y participantes de los CSIF todavía celebran el aniversario 50 de la organización. Sister Rosita los define como “años llenos de amor, de servicio y de mucha enseñanza para el ser humano”.

“Hemos trabajado con la educación para lograr la plenitud, la intercesión de todos estos jóvenes que tienen problemas y de desarrollo comunitario. Ella quería transformar la vida de todas estas personas y de hecho lo hizo; hay muchos testimonios de jóvenes y adultos que transformaron sus vidas y ahora son ciudadanos responsables en el país”, resalta con orgullo.

“Nadie es una isla”. “Hay que educar para la vida”. Estas son otras dos frases de Sor Isolina que siguen guiando a su organización. “Ese ejemplo de solidaridad y compasión hacia personas necesitadas puede inspirar a muchas personas y entidades que lo pueden convertir en su proyecto de vida. Los centros son un modelo de cambio de vida y de revitalización de comunidades”, exhorta la hermana Rosita.

La tradicional misa se presentará mañana de forma virtual a través de los canales de Facebook Live de los Centros Sor Isolina Ferré (facebook.com/CentrosSorIsolinaFerre) y de la Parroquia Santísimo Sacramento (facebook.com/HolySacramentParish). Solo algunos familiares podrán asistir de forma presencial.

Mujer de pocas palabras, Sor Isolina afirmaba que “servir es mi manera de hablar”. La religiosa falleció el 3 de agosto de 2000. “Ella vive en nosotros y vive en su obra, que fue un legado de amor y servicio, que fue un legado de esperanza y de fe para la humanidad”, acaba agradecida Sister Rosita.

Fotos: Suministradas / CSIF

Web Analytics