Ahora que resultó detenido el curso del reglamento para regir la filosofía Montessori en el sistema público, que ya había sido radicado al Departamento de Estado, la comunidad montessoriana está lista para revivir la versión del documento que es cónsona con la Ley 277. 

Por Tatiana Pérez Rivera :: Oenegé

Segura de que la participación comunitaria lleva a “soluciones más altas y mejores”, la fundadora del Instituto Nueva Escuela, Ana María García Blanco, compartió con Oenegé el júbilo que siente la comunidad Montessori luego de que sus peticiones a la gobernadora Wanda Vázquez Garced, para detener el nuevo reglamento que regiría las escuelas que siguen esta filosofía educativa en el Departamento de Educación (DE), fueran escuchadas.

El pasado jueves, la mandataria anunció desde Juncos -y en untweet- que ordenó al secretario del Departamento de Educación, Eligio Hernández Pérez, que detuviera el proceso en el Departamento de Estado y que se revisara el documento que sus detractores consideran va en contra de la Ley 277 del 2018 que protege la autonomía del formato Montessori en la agencia. La noticia llegó mientras el colectivo de padres Montessori para todos, se aprestaba a comenzar una conferencia de prensa en la que representantes de distintos sectores le brindarían un espaldarazo a su reclamo y al impacto positivo Montessori en el sistema público del país en el que ya hay escuelas de este estilo en 31 pueblos.

Esta semana deben reunirse ambas partes para enviar al Departamento de Estado una nueva versión del documento.

“Estamos muy ilusionados con la noticia”, confesó García Blanco. “La comunidad de maestras, de directores, de familias está bien unida, es una comunidad escolar que se ha movido y pudieron lograr el oído de la gobernadora y del secretario, así que empiezo por agradecerle a ambos que hayan escuchado a la comunidad y que estén dispuestos a devolverle al proyecto el lugar que tenía en el Departamento como Secretaría Auxiliar. El próximo paso nos lo da la gobernadora, ella nos invita a que tengamos una reunión con el secretario de Educación en donde se sustituya el reglamento que entregó, por el que la comunidad montessoriana trabajó con mucho cuidado”.

Revisemos la historia. García Blanco indica que el propio secretario le pidió en junio del año pasado a la comunidad Montessori que ayudaran en la creación del nuevo reglamento.

La líder de la Secretaría Auxiliar, Rosibel Recondo, convocó a mesas de participación con expertos en el tema, maestros, directores de escuelas y hasta padres de familias que se benefician de dicha corriente educativa, logrando una mirada crítica del documento. A lo largo de dos meses lo trabajaron en conjunto.

García Blanco fue invitada por Recondo a entregarle la versión final al secretario Hernández.

“Él nos recibió muy amablemente”, recuerda la fundadora del INE, organización que ganó el Premio Tina Hills en su edición del 2017, “y nos recibió con una noticia que yo compartí con nuestra comunidad, nos dijo que le parecía que el reglamento estaba muy bien y nos dijo ‘esto sale antes de agosto’”.

“Yo sé que el Departamento de Educación es un monstruo complicado, no quisiera estar en los zapatos del secretario, pero por alguna razón el proceso se dilató y se dilató y, finalmente, lo que se publicó en enero es muy distinto a la ley y al reglamento que entregamos”, alertó García Blanco.

LA GRAN DIFERENCIA

Luego de percatarse de que el programa Montessori no encajaba ni en la División de Escuelas Alternativas ni en la de Asuntos Académicos, la senadora Migdalia Padilla -quien había sido maestra- impulsó la creación de una Secretaría Auxiliar Montessori dentro del DE para asegurar su autonomía y que fuera accesible. La misma se reporta directamente al titular de la agencia.

“El modelo montessoriano es radicalmente distinto al modelo pedagógico que utiliza la corriente regular en el Departamento”, explica García Blanco. “Las dos cosas no pudieron convivir”.  Chocaban la metodología, la planificación, la forma de evaluar a los alumnos, de preparar los ambientes o salones y hasta el desarrollo profesional de los profesores.

“Es importante, sobre todo ahora que tenemos una tarea tan profunda de tenernos que rehacer como país, consignar esta participación comunitaria real, concreta y consistente”.

De ahí nació la Secretaría Auxiliar Montessori y la carta circular que establece desde hace seis años la política pública que rige dicha filosofía educativa dentro del sistema público de enseñanza. “Maestros y directores podíamos trabajar con un grado de libertad para poder cumplir con los requisitos del modelo Montessori”, dice la fundadora del INE.

Pero el reglamento que se publicó en enero contradecía esa práctica, ya que ubicaba a la corriente Montessori bajo la División de Asuntos Académicos. “Ahí fue que vinieron las vistas, pero interesantemente el resultado no fue un reglamento más robusto y cónsono con la ley, si no que el que se entrega difería radicalmente todavía mas que el de enero. Ahí la comunidad le pide al secretario y a la gobernadora que los escuche, pidiendo que se proteja una escuela que funciona para sus hijos”, expone.

Y AHORA QUÉ

Las familias celebraron las expresiones de la gobernadora y del secretario, quien afirmó que retiraría el reglamento. “Esperamos que ya se haya dado un paso hacia la solución de esta controversia. La comunidad quiere resolverla lo antes posible para empezar a trabajar con calma y para que la Secretaría vuelva a tener autonomía dentro del Departamento de Educación; así el personal puede construir tranquilo el tremendo y difícil año que tenemos de frente. Tenemos que concentrarnos en eso”, destacó.

García Blanco reflexiona en la importancia de los mensajes que llevó la comunidad Montessori al país durante sus días de lucha. A su juicio, uno de ellos es “el valor de las mesas participativas”. “Es una buena lección para nosotros como país,como gobierno, revisar esas metodologías y a quién estoy trayendo a la mesa a participar”.

Destacó que al movimiento lo une el amor a los hijos desde la paternidad y la maternidad. “Esa fuerza, ese amor puro que no es ni fuerza político partidista, ni de negocio. Son sus hijos y esa fuerza lleva una pureza consigo que creo que nosotros debemos valorar mucho como país”.

De igual modo, señala que la vivencia abrió un espacio para que los reclamos de otros movimientos -en áreas de salud o seguridad en el empleo, por ejemplo- levanten su voz. 

“Nosotros tenemos que reconstruir a Puerto Rico, eso nos tocó a nosotros, a los que estamos viviendo aquí y creo que es importante que aprendamos de estas experiencias. Lo que pasó no solo es bueno para Montessori y para sobre 35 mil padres y madres, es un pedazo de Puerto Rico que se reconstruyó. Es importante, sobre todo ahora que tenemos una tarea tan profunda de tenernos que rehacer como país, consignar esta participación comunitaria real, concreta y consistente”, culminó García Blanco.

Fotos / Javier del Valle

 

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